LA ENSEÑANZA DE LENGUAS EXTRANJERAS

Hasta hace muy poco, los contenidos en Lenguas Extranjeras (LE) han estado centrados en la lengua; es decir, se programaba una serie de contenidos lingüísticos que el alumno tenía que aprender para ser competente en esa lengua. El alumno tenia que ""dominar"" una serie de estructuras y reglas (presente, pasado, futuro, etc., más un léxico) para poder expresarse y entender la lengua objeto de aprendizaje. El cómo lo iba a aprender no era objeto de atención de los programas curriculares. Se daba por sentado que el ""bien hacer"" del profesor haría que el alumno llevase a buen término su aprendizaje. Desde las nuevas corrientes de la psicología cognitiva se está resaltando la importancia que el sujeto de aprendizaje tiene en la construcción de su propio conocimiento. Desde esta perspectiva, para que el aprendizaje tenga lugar, el alumno tiene que participar activamente en su proceso de aprendizaje. Sin embargo, participar no significa simplemente prestar atención al profesor o estudiar un libro de texto, sino que requiere que el alumno active y regule una serie de factores, tales como la motivación, las habilidades y estrategias, la reflexión sobre su proceso de aprendizaje, las metas que hay que alcanzar, etc.

Desde todos los frentes -Diseños curriculares, expertos, actividades de formación permanente, etc.- se incide en que el aprendizaje de una lengua extranjera (LE) implica el desarrollo de la competencia comunicativa de alumnos y alumnas. Ante esto, los profesores y profesoras nos preguntamos cómo debemos actuar en el aula para que el alumnado desarrolle la competencia comunicativa en LE. Intentaremos dar en este artículo algunas claves que faciliten la respuesta a esta pregunta.

Este artículo pretende ser interactivo: a lo largo de él encontrarás una serie de preguntas o puntos de reflexión que tienen la función de preparte para el siguiente paso. Son totalmente opcionales, pero si las haces (a solas, o mejor aún con un compañero/a) probablemente obtendrás mayor provecho de él.

La experiencia que pretendemos dar a conocer es la realización de un proyecto interdisciplinar consistente en la elaboración de una guía de un lugar de la ciudad contemplando sus aspectos históricos, geográficos, artísticos, sociológicos, urbanísticos y medioambientales. Se ha llevado a cabo en el IB Poeta Viana de Santa Cruz de Tenerife con varios grupos de alumnos y de alumnas de 3º de ESO, en el último trimestre del curso 1993-94. El objetivo fue el de facilitar a alumnos y alumnas, a través de las distintas áreas de conocimiento, una visión integradora de un lugar en la ciudad. La experiencia fue realizada por un equipo de profesores y de profesoras de todas las áreas que mostraron inquietud por extraer criterios comunes para la programación, metodología y evaluación. Participaron en este proyecto de trabajo 16 profesores y profesoras y 90 alumnos y alumnas. Las áreas que participaron aportaron información distinta y complementaria, con el fin de mostrar al alumnado implicado la necesidad de integrar los distintos conocimientos para adquirir una visión más profunda y globalizada del lugar donde viven.

""Irse por los cerros de Úbeda"". ""Enrollarse como una persiana"". ""Remontarse a los godos"". ""Ir al grano"". ""Dejarse de rollos"". ""No tener pies ni cabeza"". ""No venir a cuento"". ""Leer entre líneas"". ""Mentar la soga en casa del ahorcado"". Todas éstas son expresiones que todos usamos y que encuentran correspondencia en todas las lenguas para evaluar la planificación del discurso, la pertinencia de la información aportada, la coherencia del sentido, la progresión de las ideas, la intención no obvia, la adecuación del enunciado al contexto: categorías que pertenecen al ámbito de la competencia discursiva y que constituyen los principios subyacentes en las normas del pensar de todo hombre o mujer y que, independientemente del idioma, contribuyen al sentido de sus enunciados. El entender y hacerse entender no es tarea fácil; conlleva reglas de construcción que rigen la organización del discurso. La enseñanza de las lenguas debe contribuir a que el alumnado conozca el funcionamiento de los textos -tanto orales como escritos- según la situación de comunicación en la cual tienen lugar; y no con la finalidad de establecer un modelo de lengua normativo, único y compacto, sino para que alumnos y alumnas conozcan y dominen más variedades y registros y, así, asegurar la comprensión y poder utilizar en cada momento la forma más adecuada a la expresión de las propias intenciones comunicativas, atendiendo a los distintos componentes de la situación de comunicación.

Cada día es mayor la demanda de actividades de ocio y perfeccionamiento. Recordemos que cada vez se adelantan más las jubilaciones, que las amas de casa quieren aprender cosas nuevas y relacionarse con otras personas con las mismas inquietudes. Realmente, necesitamos aprovechar al máximo los espacios de los centros públicos, aunque debemos exigir el mayor rigor en el cuidado, mantenimiento y responsabilidad de esas actividades.

En los modos de hacer de nuestros colegios e institutos hay dos hábitos bastante comunes sobre los que pretenden incidir algunas iniciativas de la administración educativa y que merecen alguna reflexión. El primero de ellos es el cierre automático del centro cuando finalizan las actividades lectivas. El segundo, su resistencia a relacionarse con el entorno, a abrirse a él.

La razón por la que se crea, se legisla y se exige el PC a los centros educativos, no creemos que sea fruto tanto de un proceso evolutivo propio de la educación, como de la presión y la exigencia que nuestra sociedad, cada vez más democrática y compleja, ejerce sobre las estructuras en que se fundamenta y a las que, actualmente, exige profundos cambios por muy arraigados que éstos estén en nuestro entorno social y cultural. Éste es el caso de la educación. Los cambios sociales la están afectando, cuestionando y forzando a realizar una revisión de las concepciones, las estructuras y las estrategias educativas actuales de forma mucho más profunda y determinante que los aspectos psicopedagógicos y didácticos. Esta influencia y presión social se ve reflejada y se concreta en la escuela con la exigencia, entre otras cosas, de una mayor transparencia, de un mayor grado de democracia interna y de una mayor participación por parte del conjunto de colectivos y agentes sociales que están directa o indirectamente relacionados con la educación y los centros educativos, transparencia y participación que se pretende regular a través de la normativa concerniente a la confección de los PEC y PC.

Con compañeros de los centros públicos de pueblos cercanos, del Andévalo, a instancia y con el asesoramiento y colaboración del Asesor de Primaria del CEP de Valverde del Camino, decidimos formar un Grupo de Trabajo para estudio y elaboración de Unidades Didácticas. Este trabajo está sacado de la programación que realizo para las sesiones diarias, y va dirigido a resaltar el papel del área de Conocimiento del Medio como eje globalizador de las áreas del currículum. Esta Unidad Didáctica ha sido llevada a la práctica con un grupo de 20 alumnos de 1º de Primer Ciclo de Primaria del CP Santa Bárbara de La Zarza (Huelva).

En condiciones normales, y de manera inconsciente, tendemos a usar los términos ""educar"" y ""enseñar"" de manera ambigua, de manera que, en una breve incursión en su semántica, advertimos que muchos profesionales de la enseñanza utilizan el término ""enseñar"" en sentido parcial, aludiendo a una enseñanza de corte academicista, centrada sólo en la transmisión de conocimientos, mientras que otras veces se utiliza en sentido, incluyendo tanto el aspecto instructivo y cognoscitivo, como el actitudinal y procedimental. Para nuestros propósitos en este artículo, vamos a diferenciar estos términos, utilizando sólo una de las acepciones que aparecen en el diccionario para cada término.

Las aulas de Lengua Extranjera han sido -y siguen siendo- un lugar privilegiado para la innovación, toda vez que el acceso a las fuentes de conocimiento que alimentan su praxis se produce casi de un modo directo e instantáneo, y en muchos casos por medio del propio contacto personal. Por otra parte, las poderosas razones sociales, políticas y económicas que subyacen en los aprendizajes de esta área curricular sitúan a sus profesores y profesoras en el punto de mira de una nueva racionalidad que se plantea la calidad de estos aprendizajes, no sólo en un aspecto técnico y positivista, sino fundamentalmente práctico y artístico. En este sentido, pensar la innovación es indagar de dónde venimos y hacia dónde vamos, a fin de situarnos y sentirnos con competencia profesional en cada paso del camino.