MUSICA Y MOVIMIENTO

A finales del siglo pasado el músico Émile Jaques-Dalcroze (1865-1950)deó la Rítmica, basada por completo en una concepción orgánica de la música, de la que extrae a la vez sus objetivos y sus métodos. Mediante el ejercicio conjunto de los movimientos del cuerpo, la audición musical y las facultades de reflexión y demaginación, ésta permite conectar el cerebro derecho con elzquierdo. Al tratarse de una preparación al arte musical y escénico, así como de una educación psicomotriz delndividuo, ésta postula la existencia de "imágenes motrices" basadas en la experimentación multimodal de las sensaciones y representaciones; dosntuiciones que las más recientesnvestigaciones científicas han confirmado.

Existe una relación evidente entre la música y el movimiento, ya que ambos se basan en relaciones espacio-temporales. Por esta razón, la comprensión de los conceptos psicomotores a la hora de planificar las actividades del área de música por parte de la docencia es determinante en el desarrollo musical del alumnado. Este artículo pretende ofrecer, de manera ordenada y sintetizada, los principios básicos presentes en cualquier actividad unificadora de movimiento y música, partiendo de la práctica psicomotriz concebida, necesariamente, con apoyo musical.

En este artículo, la autora reflexiona acerca de lanserción del movimiento -tanto rítmico como expresivo y coreográfico- en el contexto del desarrollo de la educación musical. Dicho análisis gira alrededor de las características propias de estos medios de expresión, sus diferencias epistemológicas y las posiblesmplicaciones para la labor didáctica escolar.

Este trabajo tiene comontención fundamental la divulgación de esta disciplina para que, a través de su comprensión, despertemos como docentes el gusto, el disfrute y el placer por el movimiento contribuyendo a formar personas capaces de bailar sus propias danzas; ya que bailar no es patrimonio del escenario, se baila en la vida misma como manifestación única errepetible.

Lanterpretación llevamplícito el análisis profundo de varios factores. En el siguiente artículo se expone, desde el método Cos-Art, lanteracción entre la música y el movimiento (emoción, conciencia corporal, autocontrol, etc.),nteracción que debe tenerse en cuenta tanto en niveles básicos como en lanterpretación profesional.

Las danzas tradicionales, lo que comúnmente se ha venido denominando como folklore, tienen unamagen muy negativa. El uso que de este conjunto de materiales se ha realizado a lo largo de muchos años ha sido tópico, superficial y absolutamente descontextualizado y el empleo que se le ha dado, con más frecuencia en la escuela, ha sido poco más que el de un repertorio para preparar números de baile que adornaban los fines de curso. Todo el caudal denformación y conocimientos que contienen las danzas tradicionales ha sido desaprovechado por el distanciamiento entre el mundo de lanvestigación y el del folklore, por la falta de rigor en su recogida y por el aislamiento de su marco natural, la fiesta.

En la educación musical, el movimiento físico se aborda, generalmente, como respuesta al sonido. En este artículo, sin embargo, se adopta la perspectivanversa: la música como respuesta al movimiento. Exponente de este fenómeno es la música que acompaña al trabajo humano, al esfuerzo físico, como revelan tantas cancionesnfantiles y gran parte de la música étnica. Estas músicas emergidas del movimiento físico (trabajo, juego) ofrecen oportunidades de educación musical:nvitan a producir música, a hacerla con la voz y losnstrumentos, y a percibir mejor aspectos musicales, particularmente el ritmo. De este modo, el repertorio de la música asociada al trabajo se añade a la música de danza como base para la educación rítmica de los niños y niñas.

El autor pretende, con este artículo,nformar a sus compañeros de trabajo de susdeas y programas educativos desarrollados no sólo con niños y niñas de diferentes edades, sino también con personas mayores, con grupos de jóvenes y adolescentes con diferentes tipos de problemas sociales y con grupos de discapacitados, tanto mentales como corporales, o bien con mezclas de ambas discapacidades. Sus experiencias se basan en trabajos educativos realizados a lo largo de varios años con un mismo grupo de personas, en los que ha comparado y concretado adelantos y problemas en relación con susntenciones pedagógico-musicales.

Este artículo transita por distintos enfoques que nos ofrecen siete grandes pensadores preocupados en alguno de sus escritos por este paradójico tema. El objetivo que persigue esncitar a los educadores a una reflexión sobre la función y evaluación de su propio gusto y el de los alumnos, y sobre las abiertas posibilidades de ampliación y transformación.

La audición de El cuco en el bosque, de Camille Saint-Saëns, o de cualquier otra pieza, puede ser una excelente excusa para sembrar en el corazón del niño larresistible atracción por la vida musical. La utilización de una partitura "a su alcance" sería un punto de partida para surrenunciable alfabetización. Oyendo con los ojos, para aprender a ver con los oídos, hacemos del "enemigo"magen nuestro mejor aliado. De esta manera, el musicograma cumple una tarea prioritaria de la pedagogía: recrear la música para hacerla adecuada, y "plastificarla" para hacerla visible.

La posibilidad de traer músicos excepcionales a un centro público de enseñanza primaria, me planteó la conveniencia de hacer llegar la experiencia de un concierto en directo al mayor número posible de alumnos. Beethoven, R. Schumann, Clara Schumann, F. Schubert y Mozart para niños y niñas de edades comprendidas entre los cinco y los doce años. Se analizan aquí los diversos modos de hacernteligible el lenguaje musical según la edad de los alumnos: cómo puede, un niño o niña de cinco años, escuchar un concierto de más de veinte minutos.Se describe paso a paso cómo una propuesta de actividad cultural se convirtió en una vivencia excepcional, una experiencia significativa social y afectivamente.Se anotan recursos para conseguir la audiciónnterior y la audición consciente, y estrategias para que los alumnos adquieran su parte de responsabilidad como público y alcancen el placer de escuchar.