(Con)vivir en la palabra

La experiencia apasionante de un aula colaborativa que lee y escribe, habla, escucha y construye pensamiento. El lugar donde aprenden los unos de los otros con la mediación de un docente a menudo conductor transparente. El libro combina teoría y práctica.

El autor reflexiona sobre el concepto de "oficio" en la enseñanza, distanciándose de la tecnificación asociada al término "profesional". Siente que el ser docente va más allá de una mera función técnica, implica pasión, humanidad, y un compromiso profundo con las personas. Comparando su labor con una misión, cuestiona las visiones tradicionalmente asociadas a la "profesión" y abraza un enfoque más humano y comunitario. Relata su experiencia en el instituto Badalona 9, enfrentándose a estudiantes con serias dificultades de lectura y escritura, adaptando su enseñanza a cada situación, lo que lo lleva a una evolución tanto profesional como personal.

El capítulo aborda el proceso de escritura en el aula, explorando la diferencia entre textos narrativos y expositivos. El autor reflexiona sobre cómo los estudiantes comprenden estos textos y cómo se puede fomentar una escritura más profunda. A través de debates sobre la guerra de Irak, los estudiantes aprenden a organizar sus ideas en textos expositivos, desarrollando habilidades críticas y reflexivas. La evaluación se presenta como un proceso colaborativo y formativo, en el que los alumnos no solo aprenden a escribir, sino también a pensar sobre el contenido que producen. El autor también destaca la importancia de la negociación en la escritura y la necesidad de interrumpir el proceso para reflexionar sobre los objetivos comunicativos.

El capítulo reflexiona sobre la enseñanza de la poesía en el aula, criticando el enfoque tradicional de análisis histórico y técnico de los textos. El autor propone un modelo más emocional y vivencial, donde se fomente la conexión personal con los poemas. Defiende que los estudiantes deben interpretar los textos poéticos a partir de sus propias emociones, y resalta la importancia de la recitación y la creación como herramientas pedagógicas clave. Además, señala cómo las diferencias sociales y culturales entre los estudiantes influyen en su relación con la poesía, sugiriendo un enfoque inclusivo y flexible en la enseñanza.

El capítulo reflexiona sobre la enseñanza de los clásicos en el aula y la historia literaria, desafiando el enfoque tradicional. El autor destaca cómo la historia de la literatura, aunque vista como una disciplina incuestionable, tiene sus raíces en el Romanticismo y ha sido influenciada por tendencias filosóficas y sociológicas. A través de debates sobre el arte, la poesía y los textos literarios, se busca que los estudiantes se conecten emocionalmente con las obras y desarrollen una comprensión crítica de su relevancia. La literatura se presenta como un campo vivo, que no solo transmite conocimiento, sino que también abre puertas a la reflexión y la imaginación. El autor propone alternativas pedagógicas que vinculan los textos literarios a las vivencias de los estudiantes, alejándose de la rigidez del enfoque historicista.

El proyecto didáctico propuesto tiene como objetivo el desarrollo de la escritura creativa a través del cuento literario, siguiendo el enfoque metodológico de los proyectos de la escuela activa. Los estudiantes, mediante actividades de escritura y reflexión, trabajan las habilidades lingüísticas y metacognitivas, aprendiendo no solo la técnica narrativa, sino también a tomar conciencia de su propio proceso de aprendizaje. A través de la lectura orientada de una antología de cuentos literarios, los alumnos analizan los aspectos formales de este género y exploran el papel del narrador, los personajes y la estructura de la trama. El proceso culmina en la creación de un cuento literario, que es revisado y perfeccionado en colaboración con el docente y entre compañeros.

El enfoque educativo propuesto se basa en la importancia de la palabra en el aula como vehículo para aprender y convivir. En un espacio de diálogo, los estudiantes se convierten en sujetos activos que construyen su conocimiento de manera colectiva. El aula debe ser un entorno en el que todos los enunciados, tanto del profesor como de los alumnos, sean valorados y escuchados. La enseñanza se entiende como un proceso colaborativo y crítico, donde se fomenta la capacidad de los estudiantes para expresar y discutir ideas. La propuesta resalta la necesidad de una educación transformadora, que valore las emociones, las percepciones y la singularidad de cada estudiante, sin limitarse a una visión rígida del aprendizaje.

Tres relatos reflejan momentos decisivos de convivencia y aprendizaje en el aula. El primero relata cómo dos estudiantes interpretan un poema de Pedro Salinas, mostrando cómo, a través del diálogo y la reflexión, se adentran en el significado de la poesía. El segundo cuenta la experiencia de Paula, quien, durante un viaje a Florencia, encuentra en El nacimiento de Venus de Botticelli una conexión profunda con su identidad y su visión del mundo. El último relato es la carta de Adrià, un estudiante de bachillerato que, a través de una evaluación crítica, pone en evidencia las carencias y virtudes de la enseñanza que se imparte. Estas historias subrayan cómo el aula se convierte en un espacio de descubrimiento, reflexión y, sobre todo, de diálogo humano.